“Al que duerme lo único que le puede pasar es que sueñe.”
El (casi) siempre infalible Will Smith encarna al padre de las famosas tenistas estadounidenses de color, Venus y Serena Williams, en este biopic a cerca del ascenso a la cúspide de estas deportistas de élite.
Centrándose especialmente en la mayor de ellas, la cinta nos cuenta el particular trabajo que Richard Williams, el progenitor, manager y primer entrenador de sus hijas, llevó a cabo para hacer que sus chicas llegaran a lo más alto, a pesar de las circunstancias y de la elección de un deporte de blancos siendo ellos una numerosa familia negra, siempre inculcando valores y la necesidad del continuo esfuerzo a sus pequeñas atletas.
“La criatura más poderosa y más peligrosa de la Tierra es una mujer con las ideas claras.”
En el plantel, aparte de la presencia de Smith -quien borda el papel, magníficamente caracterizado- aparecen Tony Goldwyn (el inolvidable villano en “Ghost”) y Jon Bernthal (de la serie “The Punisher”) como los entrenadores de las tenistas, y en una breve aparición, Dylan McDermott interpreta a un pez gordo del tenis estadounidense.
“Si fallas en la preparación, prepárate para fallar.”
Ciertamente, el drama biográfico no solo se deja ver, sino que supera las expectativas en un subgénero -el de los biopics- poco dado al éxito en taquilla. Aún así, la cinta de casi dos horas y cuarenta minutos de metraje se hace larga, sobrándole al menos tres cuartos de hora.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6,5
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