“Los que acaban cayendo -Gadafi, Mussolini, Ceausescu- nunca son tan interesantes como parecen.”
A tenor de la polarización política, ética y moral que vivimos en Occidente, ya estaba tardando la producción de un filme que abordara la posibilidad de un enfrentamiento civil entre estadounidenses. Ha sido el cineasta británico responsable de “28 Días Después” (2002) el encargado de dirigir y guionizar esta distopía bélica entre paisanos.
La obra se centra en el viaje hacia la capital del país por parte de unos periodistas y fotógrafos para ir al encuentro del presidente antes de que sea depuesto por las fuerzas rebeldes formadas por una alianza tejano-californiana especialmente violenta.
El reparto lo encabezan el actor brasileño Wagner Moura (inolvidable Pablo Escobar en la magnífica serie “Narcos”) y la "inofensiva" niña que acompañara a Tom Cruise en “Entrevista Con el Vampiro” hace justo tres décadas -Kirsten Dunst- y que aquí luce unos implacables 40 años interpretando a una experimentada fotoperiodista. Su esposo en la vida real, Jesse Plemons -a quien vimos recientemente en la última de Scorsese, “Los Asesinos de la Luna”- se reserva un papel breve en la escena quizá más impactante de la película, donde hace las veces de un despiadado paramilitar nacionalista de lo más extremista, en la línea de uno de los potenciales seguidores del presidente Trump (o cualquiera de sus colegas europeos o latinoamericanos). Plemons aparece esta vez mucho más en forma de lo que nos tiene acostumbrados.
“Ellos quieren matarnos… y nosotros a ellos.”
La cinta, rodada casi como un falso documental, quizá haya sido sobrevalorada tanto por el público como por la crítica especializada. No obstante, no deja de mantenernos en una inquietud constante conforme transcurren los minutos, si nos atenemos a la situación geopolítica que estamos viviendo en los últimos años, donde en cualquier momento puede saltar la chispa que nos haga vivir una situación similar a la que este largometraje de algo menos de dos horas nos presenta. El extremismo está en el aire, y a tenor de la calidad que el ser humano posee, no parece que vaya a mejorar en un futuro próximo...
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6,5
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