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martes, 9 de abril de 2024

La Primera Profecía (2024).

La Primera Profecía (2024).

“¿Cómo se controla a la gente? Creando algo a lo que le teman.”

Casi medio siglo después del estreno de “La Profecía” (1976), llega a nuestras pantallas su precuela; una coproducción ítalo-estadounidense con una duración similar, aunque con un nivel cualitativo sensiblemente inferior.


Estamos ante un thriller de terror dirigido por una cineasta desconocida para el público y sin apenas obras dignas de señalar o ser vistas. La historia nos cuenta los orígenes del ser demoníaco que protagonizaría la conocida película en la que Gregory Peck tendría también un papel estelar.


En el reparto de este largometraje de nada menos que dos horas de duración, vemos a la joven actriz británica Nell Tiger Free, a quien más que por el nombre algunos la conocerán por su trabajo en la serie de terror “Servant” y en “Juego de Tronos”. Aquí, como en la citada “Sirvienta” vuelve a interpretar a una ultracatólica. Más concretamente, una novicia recién llegada a una congregación en la que se “cuida” y adoctrina convenientemente a los intereses religiosos a niñas huérfana, y donde se verá envuelta en una retorcida trama con el Anticristo como núcleo de la misma.

En el rol de la hermana superiora de este colegio religioso romano vemos a una irreconocible Sonia Braga (ver cartel de la película), que a sus 73 años aparece muy distinta a como la vimos hace décadas en “El Beso de la Mujer Araña” o en “El Principiante”, ambas con el malogrado Raúl Julia como compañero de reparto. Otro actor veterano del cast es el inglés Bill Nighy, que lo mismo nos hace de vampiro en “Undeworld” como de cantante rockero semirretirado en “Love Actually”.


“¡La fe es poder!”

Como se escucha durante el desarrollo del filme, "no todas las cosas que hacemos son agradables, pero todas las hacemos en nombre de dios". Extremo este habitual en la secta cristiana mayoritaria dirigida por el hechicero mayor que habita en El Vaticano. Y es que la premisa que nos lanza el guión, sin dejar de ser atractiva e incluso crítica, no logra salvar la obra al mantener un ritmo demasiado lento durante bastante más de una hora.

Por otro lado, el director de fotografía, más que jugar con luces y sombras, parece que lo hace invitando a dicho juego solo a las sombras, negando al espectador cualquier visión clara de lo que en la pantalla acontece en los momentos clave.


Raúl Cabral.

Puntuación personal: 5,5

https://www.filmaffinity.com/es/film971147.html

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