Ferrari (2023).
"Ferrari es un Saturno industrial que devora a sus hijos.”
Mientras esperamos el estreno de la secuela de su obra maestra, “Heat” (1995), Michael Mann dirige y lleva a cabo labores de productor ejecutivo en la biografía cinematográfica del creador de la famosa marca del caballito rampante.
Con un Adam Driver (curioso apellido a propósito del título que nos ocupa) casi irreconocible para la ocasión, el drama se centra en los años de crisis empresarial y personal del expiloto Enzo Ferrari y su esposa -interpretada por la española Penélope Cruz- durante la segunda mitad de la década de los 50.
"Jaguar solo corre para vender coches. Yo vendo coches para correr."
Junto a Driver y en el papel de su amante, la estadounidense Shaliene Woodley (saga “Divergente”). Otra de las caras conocidas la vemos en el rol de uno de los pilotos de la escudería Ferrari, que no es otro que Patrick Dempsey, a quien muchos recordarán por la serie “Anatomía de Grey”. El resto del reparto está compuesto por italianos (donde se localiza la historia), británicos y estadounidenses.
Como muchos otros biopics, la obra de Mann no logra entretener más allá de lo justito, sin ofrecernos grandes momentos de tensión ni un ritmo trepidante, a pesar de poder disfrutar de unas carreras de bólidos de los años 50 filmadas magistralmente, de unos buenos efectos especiales y de la arriesgada triple vida de su protagonista donde sus dos mujeres y sus automóviles lo pusieron a prueba durante décadas. Igualmente, la ambientación es fabulosa, como no podía ser de otra manera en un filme de 90 millones de dólares.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6
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