Matrix Resurrections (2021).
“Bienvenido al mundo real.”
Lana Wachowski, ahora en solitario, revive la saga “Matrix” dos décadas después, contando con los mismos personajes, aunque algo cambiados por la edad y por la historia que se nos presenta.
En el cast volvemos a ver al incombustible Keanu Reeves interpretando a Neo, quien ha vuelto a la vida cotidiana que lleva ahora en la ciudad de San Francisco. Carrie-Anne Moss encarna nuevamente a Trinity, aunque cede gran parte del protagonismo a Reeves. Quien sí cambia es Morfeo, pues ya no lo veremos con los rasgos de Larry Fischburne.
Por su parte, la señora de Will Smith -Jade Pinkett- retoma el rol de Niobe, notablemente envejecida por el paso de los años que separan la trama de “Matrix Revolutions” de la de esta cuarta parte. Y entre el resto de secundarios destacan Neil Patrick Harris (el eterno galán de “Cómo Conocí a Vuestra Madre”) y Cristina Ricci (con un nuevo peinado que la hace cambiar casi por completo).
“Nada alivia la ansiedad como un poco de nostalgia.”
Ciertamente, Lana parece que perdió algo más que sus atributos masculinos en el proceso de cambio de género (sin ánimos de hacer ninguna burla homófoba en absoluto). Y es que, tras hacer sátira de sí misma (de la trilogía), el filme entra en una especie de paranoia difícilmente digerible por la mayoría del público. Dos horas y medias de una locura incomprensible llena de grandes efectos especiales, buena banda sonora y una excelente fotografía que no logra enganchar lo suficiente. Quizá la nueva hermana Wachowski debería haber dejado su obra en tres partes sin remordimiento alguno...
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6
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