El Agente Invisible (2022).
“La pérdida nos enseña mejor el valor de las cosas.”
Los hermanos Russo dejan a un lado a "Los Vengadores”, aunque no la acción, para invitarnos a presenciar la producción más cara hasta la fecha del gigante Netflix.
La cinta, como ya ocurriera con largometrajes del tipo “6 en la Sombra” o “Tyler Rake”, es un no parar de escenas de lucha, persecuciones y violencia que no dejarán indiferentes a los seguidores del género. Y es que 200 millones de dólares dan para mucho.
A todo lo enumerado, se añade un sinfín de hermosas localizaciones como si de la saga de James Bond se tratara; desde EE.UU., Londres o Berlín hasta Praga, Francia, Hong Kong o Viena. Aunque, no solo en la acción y las múltiples localizaciones se parece a las cintas del 007. Se prevé que, si funciona, habrá agente 'Sierra Seis' para rato. Como las obras de Lee Child (“Jack Reacher”), la cinta que nos ocupa está basada en las novelas de Mark Greaney, y ya ha lleva escritas una docena de ellas.
"Este es posiblemente el fracaso más estrepitoso en la historia de las operaciones encubiertas."
El cast es de lo más atractivo: por un lado, el polifacético Ryan Gosling encabeza el reparto en el papel de Seis, un letal agente secreto encargado de dar caza a objetivos difíciles. Su enemigo será Chris Evans, alejado ya del escudo del Capitán América y de las llamas de la Antorcha Humana, y que aquí interpreta a un sicópata asesino. A mi juicio, demasiado histriónico y con una maldad de películas serie B.
Al dúo protagonista se les une la cubana Ana de Armas, que como en “Sin Tiempo para Morir”, clava su rol de mujer moderna y dura. Entre los secundarios, también aparecen un recuperado Billy Bob Thornton, encarnando al mentor de Seis; Jessica Henwick, el brasileño Wagner Moura (serie “Narcos”) y la veterana Alfre Woodard.
Los excelentes efectos especiales, como ocurre con este tipo de producciones, es responsabilidad de diversas compañías. Entre ellas, la Industria, Light and Magic. Y, aunque los hermanos Russo abusan de los travelings, las tomas imposibles y los dislocados drones de hoy día, la acción no deja tiempo para el aburrimiento. Mención especial merecen las escenas de lucha que, aunque muy coreografiadas y exageradas en ciertos momentos, son de lo más amenas y estimulantes.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7
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