Sound of Freedom (2023).
“Los niños de dios no están en venta.”
Se estrena, tras su rodaje hace cinco años, la esperada cinta favorita de Trump y sus seguidores justo el día de los amigos de nuestra actual bandera nacional.
Si nos abstraemos de la polémica montada al rededor de la película de la que aquí nos ocupamos, la cinta es entretenida, correctamente filmada y emotiva, que es lo importante. Aunque, no es posible obviar ciertos datos sobre esta obra: primeramente, su financiación a cargo de una productora cristiana -Jesus Films- y una distribuidora con un curioso nombre, Santa Fé Films. Por otro lado, el principal productor del largometraje, Eduardo Verástegui, es un actor y activista ultraconservador, anti-aborto y ultraderechista mejicano que se reserva un papel secundario en este filme. En cuanto al principal productor ejecutivo, no es otro que el ultracatólico y declarado homófobo Mel Gibson, quien contó con el ultrareligioso protagonista de este drama -Jim Caviezel- para su particular visión de “La Pasión de Cristo” (2004). Por último, uno de los primeros en ver “Sound of Freedom” fue el expresidente Donald Trump en un pase privado organizado para él y otros republicanos del estilo de Steve Bannon.
“¿Oyes eso? Es el sonido de la libertad.”
En el reparto vemos al protagonista de “Frequency” (2000) a la cabeza del cast interpretando a un exagente de Seguridad Nacional de Estados Unidos que lucha contra los pedófilos. Mira Sorvino es su esposa en la ficción, y el resto del plantel está formado por artistas americanos venidos de Méjico, EE.UU. y Honduras, entre otros. La historia está ambientada entre Norteamérica (Méjico y EE.UU.) y Colombia. En cuanto a los temas musicales que se oyen, tienen letra española, cuando no suenan coros celestiales de infantes...
Tras décadas viendo cine casi a diario, es la primera vez que durante los créditos finales veo una invitación a comprar y regalar entradas de la película a través de un QR durante un alegato final expuesto por el defensor del movimiento QAnon -Caviezel- en el que habla de la trata de niños y de la concienciación de un tema tan delicado. Se dice que este negocio ilegal ya mueve más de 150000 millones al año en todo el mundo.
Siguiendo con las cifras, la producción de esta extensa película de casi dos horas y cuarto de metraje ha costado 14 millones de dólares y lleva recaudados más de 200. Así que, la propaganda ha funcionado...
Raúl Cabral
Puntuación personal: 6,5
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