“Que no haya rencor entre los servidores del rey.”
La leyenda viviente de la dirección cinematográfica, Ridley Scott, se adentra en la Francia del siglo de la Peste, allá por la segunda mitad del S:XIV, para mostrarnos una historia basada en hechos reales de amistad, traición, honor, sangre y deslealtades.
“Nada prohíbe que una mujer sea amada por dos hombres.”
Los amigos y ganadores del Oscar al mejor guion por “El Indomable Will Hunting” -Matt Damon y Ben Affleck- escriben y protagonizan este melodrama de época, donde el primero defiende su honor mancillado por el personaje interpretado por Adam Driver, un escudero protegido por el noble que encarna Affleck en la ficción. El tercer elemento en discordia es la mujer de Damon, una esposa tan abnegada como infeliz que sufre los inmundos deseos del que hace unos años fuera el villano sustituto del célebre Darth Vader en la última trilogía de “Star Wars”.
“Una violación no puede producir embarazo. ¡Lo dice la ciencia!”
El filme es una oda al feminismo real y justo (no a ninguna moda pasajera); una crítica a la superioridad del hombre sobre la mujer de la Edad Media, y de las leyes de la Iglesia y los poderosos sobre el pueblo llano. Jodie Comer (vista recientemente en “Free Guy”) es la esposa ultrajada, y su interpretación es sublime, como lo es el del resto de plantel.
Como se espera de una superproducción dirigida por Ridley Scott, que ha creado nada menos que 13000 puestos de trabajo para llevarla a la pantalla grande, la obra posee un diseño de producción, unas caracterizaciones, una banda sonora y una fotografía ideales, además de unos efectos visuales empleados especialmente en las tomas aéreas de las ciudades de la Francia absolutista del sádico rey Carlos VI. Las escenas de batalla que ilustran el largometraje de dos horas y media de duración están bien rodadas, aunque es el brutal duelo final citado en el título en el que los productores se han vaciado, superando el que el director rodara hace más de cuatro décadas, “Los Duelistas” (1977).
“Los hombres como Le Gris toman a la mujeres cuando quieren y como quieren."
Quizá la mayor originalidad que tiene “El Último Duelo” sea el modo en que el director y los guionistas escogen contar la trama. Se trata de repetir la misma historia (como si del “Día de la Marmota” se tratara) expuesta por los tres afectados: Jean de Carrouges (M. Damon), Jacques Le Gris (A. Driver) y Marguerite de Carrouges (J. Comer). Eso sí, rodadas de tal manera que no solo no se hace tediosa y repetitiva, sino todo lo contrario.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7
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