“Soobesükütsa tüa pia mupitsl ikü kimai” (Hace mucho tiempo un monstruo vino aquí.)
El director de "Calle Cloverfield 10” y de algunos capítulos de series de éxito como "The Boys" o "Black Mirror”, estrena la última entrega de la célebre saga de acción alienígena.
Sin grandes estrellas en el reparto, encabeza el mismo la joven actriz estadounidense Amber Midthunder, a quien se le ha podido ver como secundaria en “Ice Road” o “Comanchería”, entre otras. Le da la réplica el que será su enemigo extraterrestre -Predator- y que aquí lo encarna el baloncestista italiano Dane DiLiegro con sus más de dos metros de estatura.
"-No sé si a este ser se le puede matar.
-Si sangra, podemos matarlo."
En esta ocasión, el letal cazador del espacio aterrizará en las salvajes tierras norteamericanas durante la primera mitad del Siglo XVIII para hacer lo que mejor sabe, mientras una tribu de comanches y un nutrido grupo de cazadores franceses le hacen frente con desigual fortuna.
La película, filmada enteramente en Alberta (Canadá), mejora con creces algunas de las anteriores secuelas, con una magnífica puesta en escena por parte de la mayoría de los personajes, unas hermosas localizaciones acompañadas de una bonita fotografía, una banda sonora de corte sinfónico muy acorde a la historia y lo mejor de todo: acción sin límites, mucha sangre y pocos diálogos, como corresponde al género en cuestión.
Si hacemos ciertas concesiones, disfrutaremos más de las entretenidas coreografías donde Naru, la guerrera comanche (que curiosamente tiene vínculos en la vida real con la nación Sioux) luchará a muerte con el asesino venido del espacio y con el hombre blanco quien, como de costumbre, viene a fastidiar en la medida de lo posible a los nativos amerindios...
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7
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