Indiana Jones y el Dial del Destino (2023).
"El mundo avanza, Dr. Jones… y a veces va hacia atrás.”
Tres lustros después de la quizá menos acertada secuela de la saga del más famoso arqueólogo (aunque sí la más taquillera), llega la quinta y última entrega con James Mangold (“Logan”) tras las cámaras y el octogenario Harrison Ford ante ellas. George Lucas y Steven Spielberg se reservan labores de producción ejecutiva.
Lucasfilm y Disney producen la despedida de nuestro entrañable Indy, retrotrayéndonos a la Europa bélica de mitad de los años 40, donde se inicia la historia con unos personajes 25 años más jóvenes, para pasar así al año 1969 donde se desarrolla hasta casi el final de la trama.
"Para el vencedor, los despojos."
Acompañan a Ford en el lado de los buenos otro coetáneo suyo, John Rhys-Davies (inolvidable Gimli en la trilogía del Señor de los Anillos), el británico Toby Jones, un siempre sobreactuado Antonio Banderas y el amor del arqueólogo encarnado por Karen Allen, que ha aparecido en tres de las cinco entregas. El resto del equipo del Sr. Jones no brilla por su talento ni por su celebridad...
En cuanto al bando de los malos, destacan los espigados Mads Mikkelsen y Boyd Holbrook (serie “Narcos”) como los nazis antagonistas.
Los efectos especiales (ILM), la banda sonora del gran John Williams y las localizaciones (EE.UU., Marruecos, Grecia, Sicilia...) son -como no podía ser de otra manera- espectaculares. Los momentos de acción, aunque exagerados en ocasiones, entretienen de principio a fin. Siempre con la vis cómica que el personaje de Indiana Jones le imprime continuamente. Luchas, tiroteos, persecuciones, grades saltos y explosiones nos harán pasar un buen rato si nos “dejamos llevar”.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7
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