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sábado, 28 de agosto de 2021

El Hoyo (2019).

El Hoyo (2019).

“Los cambios nunca se producen de manera espontánea.”
El novel cineasta Galder Gazteu-Urrutia nos presenta su ópera prima en el terreno del largometraje. Se trata de un thriller de ciencia ficción; una distopía en un futuro no muy lejano donde voluntariamente las personas se encierran -para expiar sus culpas o conseguir un fin- en una estructura formada por decenas de niveles, por los cuales una plataforma flotante baja cargada de alimentos para la manutención de todos los componentes de ese “hoyo”.

“Al poseedor de las riquezas no le hace dichoso el tenerlas, sino el gastarlas. Y no el gastarlas como quiera, sino saberlas bien gastar.” (El Quijote).
El filme -auténtica revelación en Netflix tras su estreno, tanto en España como en EE.UU.- es una clara y mordaz crítica al capitalismo, a las maldades del hombre y al egoísmo del ser humano. En la historia que se nos presenta somos testigos de personajes malvados, violentos, abnegados, benevolentes e incluso utópicos. Uno de estos últimos lo interpreta Antonia San Juan, y el reparto lo encabeza Iván Massagué (“El Año de la Plaga”). La interpretación por parte de todo el plantel es formidable.

«-La educación es lo primero: “convencer antes de vencer.”
+Y si no convencemos?
-Entonces, ¡palo!»
La cinta está plagada de mensajes. Muchos los verán como críticas a la sociedad actual y al frenético ritmo egocéntrico de los individuos que la forman. Otros, como un estudio sociológico sobre la manera de actuar del ser humano ante la presión ejercida por el sistema sobre él. Y quizá algunos, como un soplo de esperanza por la correcta forma de actuar de ciertas personas de bien ante la peor de las situaciones... 

“Los Mesías multiplican los panes y los peces. No te los quitan de la boca.”
En estos días de cuarentena por el criminal virus chino que impera en el momento de escribir estas líneas, la película de la que hablamos, aunque estrenada a finales del pasado año, viene como anillo al dedo para analizar qué nos ha llevado a esta situación, si aún tenemos remedio y si somos capaces de cambiar con tal de sobrevivir, de salvar nuestro entorno y a las personas que nos rodean, sean parientes o no. 

El drama está merecidamente premiado en diversos festivales en las categorías de director novel, mejor película y, desde luego, mejores efectos especiales. El diseño de producción es notable y la banda sonora, muy acorde y adecuada a la historia que se nos cuenta.

Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7
 

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