Cadáver (2018).
Dos décadas después de que Ewan McGregor hiciera de “vigilante nocturno” (revisando a su vez una cinta danesa de 1994) en una fría y poco agradable morgue, es una joven la que sufrirá en este thriller cadavérico en plan “El Exorcismo de Emily Rose”.
La historia no descubre gran cosa, aunque se agradece el que no se abuse de las clásicas subidas de música y sonido para buscar el susto fácil, haciendo aumentar la intensidad de la tensión paulatinamente. Aunque podría parecer lento al inicio, no da tiempo a que se haga tediosa pues solo dura una hora y veinticinco minutos...
En definitiva, un filme más de terror del subgénero de posesiones demoníacas y ambientado en un depósito de cadáveres, para echar un ratito de relativo miedo.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6
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