Salvar al Soldado Ryan (1998).
“Lo que he intentado hacer en esta película ha sido recoger con realismo el sonido, el aspecto e incluso el olor del combate real.”
Steven Spielberg.
Quinto puesto en mi 'Top Ten'.
El -para mí- mejor cineasta del siglo XX dirigió esta obra maestra de poco menos de tres horas de metraje donde cada minuto es oro. Con una apertura tan inolvidable como salvaje -el desembarco de Normandía por parte de las tropas estadounidenses- Spielberg nos lleva casi literalmente a la arena de la playa de Omaha, donde la única diferencia con los soldados que la llevaron a cabo es la ausencia de peligro real ante la pantalla, porque la experiencia puede vivirse a flor de piel.
“Cada centímetro de esta playa es un objetivo. Si os quedáis aquí es para morir.”
Aparte de esos primeros 20 minutos que conforman quizá la mejor escena de batalla moderna de todos los tiempos, y donde paradójicamente se contó con gran parte de los soldados irlandeses que rodaron las de “Braveheart” (donde se ven las mejores batallas medievales rodadas en cine), el drama bélico de Steven Spielberg nos muestra la guerra desde el punto de vista más humano, si bien es cierto que el director quiso rodar en muchos momentos como un documental de la época.
“James, hágase usted digno de esto. Merézcalo.”
Tom Hanks, elegido desde el principio para el papel protagonista, nos hipnotiza con su extraordinaria interpretación del capitán del escuadrón que tiene por misión rescatar al soldado James Ryan, encarnado por Matt Damon un año después de ganar como guionista, junto a su amigo y compañero Ben Affleck, su primer Oscar por “El Indomable Will Hunting”. El resto del pelotón lo forman actores del nivel de Edward Burns, Tom Sizemore, Vin Diesel (a quien Spielberg escribió su papel expresamente tras ver un corto suyo), o Giovani Ribisi, en uno de los trabajos de su vida. Aparte de estos, el reparto es asombroso (ver enlace).
“Si dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?”
Nominada a casi una docena de estatuillas doradas y ganadora de 5 de ellas, entre otros muchos premios, “Saving Private Ryan” contó con los efectos especiales de la ILM y la música del gran John Williams. Se trata, en resumidas cuentas, de una obra maestra del cine bélico filmado en Inglaterra, Irlanda y Francia, y donde se aprovecharon al máximo los 70 millones de dólares de su presupuesto.
Atentos al enfrentamiento de la escena final de casi una hora de duración rodado íntegramente en el norte de Londres convertido en pueblo francés para la ocasión.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 8,5
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